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 Entre el lunes 13 y el viernes 17 de octubre de 2008 tuvieron lugar las “Jornadas Guardinianas” organizadas por nuestra fundación en homenaje al gran teólogo, filósofo y maestro de la fe cristiana que fue Romano Guardini. La ocasión fue la celebración de los cuarenta años de su partida a la Casa del Padre, el 1º de ese mismo mes.

            Al comenzar la organización, hacia mayo de este año, no contábamos con recursos especiales ni con demasiado tiempo. Sólo con las ganas de volver a un autor que había sido tan apreciado por nuestro maestro, el Dr. Komar, no solamente para rendirle un justo homenaje, sino sobre todo para fomentar una renovación de su lectura y una profundización de su pensamiento. Nos animaba la íntima convicción de que Guardini había sembrado demasiado en nuestra Patria como para que no hubiera personas interesadas en participar  como expositores o como oyentes en el evento, cuyas proporciones al comienzo desconocíamos. ¿Lograríamos con las ponencias disponibles organizar un día de homenaje? ¿Dos? El más audaz se animaba a pensar en tres…

Y así enviamos, mediante esa moderna e inestimable herramienta que es el e-mail, una invitación al viento. En una carta propusimos, a todo aquél que estuviera interesado en participar, que tomara el guante y enviara su contribución dentro de un plazo determinado. Como decíamos en aquella carta, no se requería que fuéramos especialistas en Guardini, sino que quienes apreciábamos a este autor y hubiéramos hecho lecturas de algunas de sus obras pusiéramos en palabras nuestras propias reflexiones, para compartirlas con otras personas también interesadas. Y también que aquellos que lo conocían menos, o que simplemente no lo conocían, se acercaran a sus grandes temas y se animaran a escribir algo.

La respuesta fue sorprendente. Llegaron 25 trabajos, entre los cuales había desde artículos de expertos internacionales, como Alfonso López Quintás, Massimo Borghesi, y Ricardo Gibu, hasta ensayos escritos por estudiantes de la carrera de filosofía, o jóvenes egresados. Todos ellos de buena calidad, como el lector podrá apreciar. Y junto con tantos trabajos llegó la convicción de que nuestras jornadas, que por obligaciones laborales de participantes y organizadores debían tener lugar sólo por la tarde, no podrían ocupar menos de cinco días.

Otro problema era el lugar. Nuestra sede de la calle San Martín era demasiado pequeña para albergar a todos los asistentes, que no serían legión, pero sí bastantes más que los que caben en la pequeña aula en la que habitualmente se realizan nuestros encuentros. Además, necesitábamos una capilla para comenzar con la Santa Misa, como corresponde en un homenaje dedicado a quien tanto meditó sobre “el espíritu de la liturgia”. Pero encontramos una ayuda inestimable: la del Colegio San Pablo y su generoso rector, el Padre Francisco Morad, quien no sólo estuvo presente sino que no vaciló, cuando lo estimó necesario, en arremangarse la sotana y arreglar un cañón para que estuviera disponible en alguna de las ponencias, todo a pesar de una fuerte gripe. ¡Muchas gracias, Padre Francisco!

Para colmo, se decretó feriado el día lunes 13, fecha en que ya teníamos todo arreglado para comenzar, y único día en el que podría estar con nosotros el filósofo italiano Massimo Borghesi, de la Universidad de Perugia, quien estaba a cargo de la conferencia inaugural. Finalmente el feriado no fue obstáculo, y las jornadas se llevaron a cabo en las fechas previstas.

Y llegó la primera jornada, con la Misa celebrada en la capilla del Colegio, en la que predicó el Padre José Yanzón, de la Sociedad de Misioneros Diocesanos San Juan, de la diócesis de Zárate-Campana, que más tarde tendría a su cargo una de las exposiciones. Luego, mientras esperábamos para pasar al auditorio presidido por una gigantografía con la imagen de Guardini, los interesados pudieron adquirir obras del Dr. Komar publicadas por nuestro Centro Sabiduría Cristiana, y otras de Guardini y otros autores cristianos presentadas por una mesa de la Librería Agape, que nos acompañó a lo largo de toda la semana con mucha y buena bibliografía.

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